El edificio se articula en tres volúmenes siguiendo la dirección de la calle l’om, uno de ellos a nivel de subsuelo, dejando a los otros dos en el exterior: un prisma cuadrangular (como elemento conector entre niveles) y un prisma cilíndrico esviado (para crear menor impacto frontal gracias al efecto de degradación solar en el volumen). Estos volúmenes se interseccionan y se conforman de esta forma para articular el gran espacio libre y una ocupación en planta baja lo menor posible, dando un papel de puerta de entrada o salida entre el espacio abierto de la plaza y el espacio denso de el Raval, y a su vez servir de elementos de referencia entre espacios urbanos de acceso al solar. Para ello el edificio hace suya la medianera existente evitando ocultarla y utilizándola en el proyecto.

El programa se conforma principalmente en una parte oculta (funcionamiento interno), parte externa (biblioteca). El edificio se desarrolla en tres partes, la zona subterránea en la que se desarrolla el área interna y gran parte de la zona de acogida y promoción, y se inicia el uso biblioteca; la zona de planta baja donde está el acceso, la sala polivalente, y la biblioteca; y la zona alta, la biblioteca. La zona de intersección entre volúmenes sirve de conector principal en sentido vertical.

La entrada de luz en el edificio se realiza en planta baja a través de patios, destacando el patio en la medianera existente que da luz a la parte baja de la biblioteca, y uso interno; y en el resto de plantas se alimenta de la luz que penetra en los testeros de los volúmenes, la luz cenital del conector principal vertical, y la luz lateral en planta baja.