Casa
Mediterráneo
Alicante
concurso 2010
Ramón Preciado (Mon-Arch)
+ Gustavo Vitores
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La Casa Mediterráneo en Alicante se desarrolla en la antigua Estación de Benalua, patrimonio de la ciudad, que actualmente en desuso, se convertirá en un foco de atención en todo el ámbito del parque urbano...
Propuesta urbanística
...potenciando el uso y la imagen en la zona controlando el gran espacio libre ocupado por las antiguas vías que conectan con la estación central y la zona portuaria. El edificio se cierra en tres de sus cuatro frentes, perdiendo relación hacia la trama urbana, y hacia parte del parque, quedando abierto en el frente de las vías, por la propia función del edificio, provocando un desarrollo longitudinal del volumen. Esto provoca que la fachada longitudinal sur quede cerrada al parque urbano. La estructura crea espacios singulares en sus tres naves longitudinales, convirtiéndose en elemento contenedor del proyecto, a conservar en su esencia formal y material.
1_”mantener el carácter” estructural y volumétrico principal del edificio existente, 2_”nueva apertura” del edifico con el entorno”, 3_“fusión entre el espacio central de la estación y el futuro parque urbano”.
Propuesta de proyecto
En base a la propuesta urbanística y el programa, la propuesta de proyecto, mantiene la esencia del edificio en su volumetría y estructura principal, centrando la intervención de rehabilitación en la “fusión del espacio central del edificio y el parque urbano” con nuevas conexiones; y la implantación de “muebles de programa” que parasitan, articulan, y confeccionan todos los espacios del proyecto.
El espacio central queda dividido en dos zonas marcadas por la estructura inicial de la las naves laterales: una “exterior” que se abre al entorno en sentido longitudinal y transversal creando una plaza con espacio de acogida y recepción de público, articulado y jerarquizado por la pieza del auditorio, el restaurante y muebles exteriores; y otra “interior” que conecta las diferentes alas del edificio, articulada por el volumen del auditorio. Estos dos espacios quedan delimitados por un plano vertical que se une a la cubierta en su materialidad, dejando cerrado el espacio interior, y descubierta la plaza, mostrando la esencia estructural de las cerchas del siglo XIX que sirven de ombráculo.
El funcionamiento del edificio queda configurado por muebles o paquetes, que se aíslan de la estructura existente para mantener la esencia espacial de las diferentes situaciones del edificio. Aparecen como piezas significativas de contraste con los elementos a mantener, con formas sin aristas curvando sus esquinas, tamizando la luz de esta forma se remarca las aristas de los elementos existentes. Se desarrollan en tres tipos: “muebles interiores” que curvan sus esquinas en planta, facilitando la circulación y reduciendo la presencia del volumen, sin tener contacto con el techo, donde se sitúan partes del programa que están cerrados; “muebles exteriores” a modo de bancos y jardineras, o Wetland (sistema de recogida y reutilización de agua); y “muebles gran formato”, que corresponden al volumen restaurante como pieza independiente, y da una nueva imagen al edificio desde el parque, y al volumen del auditorio, que se convierte en un elemento de transición interior- exterior y pieza de referencia, transmitiendo sensación de movimiento.
Las naves laterales albergan el resto de programa, situando las salas de exposiciones en los extremos de ambas naves en contacto directo con el parque urbano, de esta forma se forman espacios diáfanos marcados por el ritmo de las cerchas de madera, teniendo como única referencia los volúmenes de muebles. El ala norte sitúa las zonas de trabajo y descanso de personal, separadas en zonas por muebles que albergan usos de almacenaje, aseos, estanterías…. La zona de oficinas se enmarca en la planta elevada, separada de la fachada interior a través de un lucernario y crea un plano de profundidad desde el espacio central liberando el uso de la fachada interior de la estación.
La cubierta del espacio central continúa en la fachada ligera intermedia, reduciendo la superficie de cubrición de la actualidad. Se conforma con superficies planas de policarbonato translúcido sobre listones de acero manteniendo el carácter de ligereza de la cubierta existente, con entrada de luz total al espacio corazón del edificio, quedando tamizada por un sistema de parasoles retráctiles, que proporciona el máximo aprovechamiento de luz natural en condiciones nubladas junto a una ganancia térmica y un deslumbramiento reducidos durante los días más soleados. Por la noche estos planos quedan iluminados desde el interior, proporcionando un icono nocturno en el futuro parque del mediterráneo.
El auditorio se presenta como elemento principal del programa, con una forma icónica para el propio espacio central del edificio, que atraviesa la fachada ligera ó cubierta vertical. Los testeros se abren en grandes ventanales que permiten ver la plaza desde el acceso del edificio. El espacio interior marca una sección asimétrica para mejorar la acústica, con carácter polivalente, divisible en una sala grande y dos pequeñas, de uso independiente.